Reflexiones de Karina Rando sobre por qué nos cuesta tanto lograr la felicidad
Uno de los frenos que es mas habitual en la consulta es el “NO PUEDO”.
La persona conoce perfectamente su estado y sabe que tiene que hacer, pero el “NO PUEDO” no le permite reaccionar.
Tenemos un concepto erróneo de la felicidad
quizás por nuestra educación o por los valores comerciales en el mundo en el que vivimos. Pero, ante todo, tenemos que tener claro que todo el mundo tiene derecho a ser feliz, todo el mundo tiene la posibilidad de serlo, limitaciones como el “no puedo”, el “quizás”, el “algún día”, el “es que mi pareja”, “mi familia”, “mi trabajo no me lo permite”,…. son solo pequeños obstáculos que nos autoimponemos para no enfrentarnos a una situación.
Quizás aquello que deseamos para ser feliz no es realmente lo que nos crea la felicidad, o pensamos que si no tenemos aquella gran meta nunca nos sentiremos completos.
Podemos obtener la felicidad cada día, valorando nuestro estado y agradeciendo todo lo que tenemos alrededor.
Podemos encontrar la felicidad en un pequeño gesto de alguien conocido o desconocido, en compartir tan solo un momento con alguien o en algo que no nos cueste dinero. La felicidad es algo muy amplio que solo la sombra de las metas apagan el brillo y la alegría que nos transmite.
Tú puedes ser feliz si empezaras a ver tu vida con otros ojos. No permitas que la negatividad del momento que puedes estar viviendo empañe constantemente tu alegría, puedes conseguir ser feliz tomándote pequeños respiros, soñando que algo llegará, o tan solo disfrutando de un pequeño momento.
No te limites por el tiempo o por el dinero, no permitas que la negatividad
limite tu mente, sé creativo, pregúntate cada día qué es lo que te puede ayudar a ser feliz hoy.
En nuestras terapias ayudamos a que la persona se reeduque quitando todos los valores negativos de que nunca llegarás a lo que realmente quieres, dándote herramientas con las cuales puedes aprender a disfrutar de la vida con lo que ya tienes.
¡Permítete ser feliz a pesar del mundo en el que vives!
Karina Rando
Buenos dias, soy Vanesa mi esposo es médico y trabaja mucho prácticamente prefiere trabajar que venir a casa donde estoy yo sola con mi bebe de un año y cuando no tiene guardia el prefiere inventar una guardia o cualquier cosa me reclama que no soy cariñosa y es verdad pero el me miente mucho y esas situaciones han hecho que yo me aleje cada día más de él más que nuestra bebe tiene problemas por que ella se vio muy mal y quedo con una condición de convulsión
Hola Vanessa, gracias por seguirnos y leer nuestro blog. Es muy duro cuando nos damos cuenta de que una pareja no nos llena y realmente nos sentimos solos. Por eso es importante que te centres en ti misma, en tu autoestima, en cómo estás, que es lo qué realmente quieres en tu vida y hagas una valoración de lo que te aporta esa persona realmente. Busca tres cosas positivas que te aporten y a ver si encuentras la herramienta necesaria para salvar tu relación. En caso de que no encuentres cosas positivas, te aconsejo que te sientes con tu pareja para hablar y valorar como es vuestra situación conjuntamente. Para eso hay que ser muy valiente, pero sobre todo ser realista y no esperar e intentar cambiar una persona sin tener toda la información de la situación. Es importante que nos centremos en nuestro papel, por eso empieza a reforzar tu autoestima para que después puedas enfrentarte a esta situación tan complicada en tu vida. Recuerda que ser feliz, solo depende de ti.
Karina Rando.
hace 2 años quedé viuda, mis hijos viven en otra ciudad al igual que mi familia materna, con los cuales tengo las mejores relaciones; pero todos lejos de mi. pienso que no puedo ser feliz si no me voy a vivir al lado de mi familia materna, ya que allá están mi madre , hermanos y demás familiares, y que así propiciaría un espacio para esperar la visita de mis hijos y todos nos podríamos reunir más seguido. No he pensado irme a vivir en la ciudad donde viven mis hijos porque pienso que ellos tienen cada uno sus ocupaciones y vida independiente y no quiero vivir en sus hogares porque defiendo mi autonomía. con mi madre tampoco; por lo mismo. El caso es que la ciudad donde vivo, tengo mi zona de confort. con una buena casa, trabajo y vivo muy bien. mi traslado implicaría vender mi casa y lo que me pueden ofrecer por ella, (Dada la recesión económica de la región) no me permitiría comprar otra vivienda acorde a la que tengo, ya que parte del producto de la misma debería destinarlo a salir de todas mis deudas. muy a menudo viajo a reunirme con mi familia materna y mis hijos, pero, en ninguno de los 2 lados me siento autónoma, ya que no son mis propios espacios y llego a incomodar. repito me siento muy bien en mi zona de confort. pero a la vez añoro tener el contacto permanente con los hijos y demás familiares. No sé que hacer: acá tengo pocos amigos, ya que me he alejado del círculo que frecuentaba cuando mi esposo estaba vivo y mi gran terapia ha sido mi trabajo. No soy de farándula ni grandes diversiones. gozo de muy buena salud, pero pienso en lo que es envejecer y no tener familia en la ciudad. Yo sé que Dios me ha acompañado siempre y sigo confiando en él. Será que me estoy quejando mucho? cual será la mejor decisión?
Hola Ruby, muchísimas gracias por leer nuestro blog, ponerte en contacto con nosotros y explicarnos tan detalladamente lo que te está ocurriendo. Lo que tienes, es una sensación de abandono de nido, sientes que necesitas a la familia pero no quieres abandonar lo que has construido hasta ahora. Esta claro que este cambio en el algún momento tendrás que realizarlo. Es muy importante tu espacio personal, recuerda que la solución no es solo comprar una vivienda. Te aconsejo que leas el artículo del hooponopono y lo pongas en práctica, que no sea una decisión tan inmediata. O te abres y generar un círculo de amistades, o tienes la otra oportunidad, tienes tu familia y lo solo necesitas crear tu zona de confort. Por eso, creo que es importante que dejes aparcadas estas dos situaciones, sentarte contigo misma y dejar que tu propia emoción y energía decida. Durante 7 días, practica el hooponopono (en el artículo tienes especificados los pasos). Allí encontrarás el mantra, debes realizarlo 108 veces, la frase es
“limpia en mi todo lo que está ocasionando este bloqueo”. Te ayudará realmente a encontrar tu lugar. Deja que la divinidad de manera natural, encuentra la solución. Y verás que dentro de unos días, pasados esos 7 días, podrás tomar la decisión correcta. Seguro que la encontrarás, lo importante es que te sientes llena y encuentres tu espacio en la tierra. Espero haber ayudado, y que puedas dar este gran paso conscientemente y nos cuentes el resultado. Recuerda que ser feliz solo depende de ti.
Karina Rando.